Hasta hace algunos años se consideraba que las personas con un problema de adicción eran personas incurables y los tratamientos de las adicciones se solían relacionar en mayor medida con un ingreso hospitalario que detuviera el consumo, aunque fuera por un tiempo, más que con una verdadera curación.
Si bien es cierto que las personas que han sufrido una adicción siempre van a ser vulnerables a ciertos estímulos o situaciones, una persona con un problema de adicción puede curarse, puede tener una vida feliz y puede no volver a consumir nunca más. En este principio se basa todo nuestro Método y filosofía de trabajo.
Una nueva forma entender y tratar la adicción
El auténtico problema es que la persona no sabe estar en sí misma y utiliza el consumo para no estar en sí misma.
No hace mucho se ha demostrado que la adicción en si es solo la punta del iceberg, la persona adicta tiene un problema con el cannabis, con el alcohol, con el juego o con cualquier otra sustancia pero en realidad podemos decir que el auténtico problema es que la persona no sabe estar en sí misma y utiliza el consumo para no estar en sí misma, para evadirse, para escapar a su realidad.
Esa estructura que ha construido la persona para no estar en sí misma es una estructura modificable, es una estructura que durante toda su vida la ha conducido a lo mismo que se ha prolongado muchísimo en el tiempo y para poder curar a la persona, necesitamos destruir esa estructura.
¿Cómo se destruye esa estructura?
Destruimos esa estructura durante las tres fases que dura el tratamiento y construimos una nueva basada en la honestidad, en afrontar los problemas que el día a día nos plantea, una estructura basada en quererme a mí mismo, en aceptarme, en estar a favor de mi, en aprender a identificar todo el daño que llevo encima que es el que me hace no estar en mi, todos los sentimientos de inferioridad, culpabilidad, todo el sentimiento de dolor que es lo que realmente ha provocado que tengamos esa necesidad de escapar que no podemos satisfacer sino a través del consumo o de la conducta adictiva. Todo ello se trabaja a lo largo del Método EXII.
Si la persona que sufre la adicción, que puede llevar 5, 10 o 15 años en esa estructura negativa empieza a afrontar, empieza a no complacer a los demás, empieza a expresar lo que siente de verdad, empieza a identificar sus propias emociones y sentimientos, entonces, llegará un momento a lo largo del tratamiento en el que el consumo carecerá de sentido y dejará de producirse.
Entonces, llegará un momento a lo largo del tratamiento en el que el consumo carecerá de sentido y dejará de producirse.
Cuando yo que llevo toda la vida tragando empiezo a quererme a hacer cosas por mí, empiezo a coger fuerza , empiezo a decir lo que siento realmente, la nueva estructura no tiene ninguna relación con escapar, con no estar en mi, la nueva estructura no se relaciona con el consumo–
Si durante el tiempo que dura el tratamiento la persona se acostumbra a vivir en la estructura nueva, empieza a expresar sus emociones, empieza a identificar el daño, a sentirse mejor, cuando pasa un determinado tiempo ya se quiere tanto a sí mismo, es tan honesto que entonces consumir ya no tiene ningún sentido. Esta es la verdadera cura de la adicción.
El fin del tratamiento: la cura de la adicción
La verdadera cura no es únicamente dejar de consumir, es encontrar el daño de la persona, conocer realmente qué es lo que le ha hecho no estar en sí misma, saber qué es eso que llevaba dentro y que ha arrastrado durante tanto tiempo hasta el punto que casi le hace perder la vida.
Para nosotros el consumo es sólo la expresión de que algo estaba funcionando muy mal.
Cuando en nuestro centro de adicciones empezamos a trabajar eso, cuando desmontamos la estructura negativa, la identificamos y empezamos a querernos, el consumo ya no tiene sentido.
Por eso en EXII trabajamos el daño emocional y todo ese dolor. Para nosotros el consumo es sólo la expresión de que algo estaba funcionando muy mal, de que esa estructura estaba soportando mucho dolor y de que la persona necesitaba escaparse por algún lado. Y, cuando conseguimos destruir la estructura antigua y mantener en el tiempo la estructura nueva, se puede hablar de curación, se puede hablar de vida feliz y se puede hablar de que el paciente no va a consumir nunca más y ese es el objetivo que trabajos aquí, en EXII.