La negación y, en concreto, la fase de negación, son términos que a todos nos pueden resultar familiares. Por ejemplo: ¿Quién no ha oído hablar de la fase de negación en un proceso de duelo?
Tanto en el contexto de una adicción como en otras situaciones de nuestra vida nos podemos encontrar con dificultades a la hora de tomar decisiones, ya sea por no vernos capaces, por miedo a las consecuencias o porque suponga hacer sacrificios. Estas situaciones, que son naturales durante el proceso vital, pueden generar mucha angustia si no somos capaces de hacernos cargo de ellas e incluso generar situaciones aún más complicadas y dolorosas.
La fase de negación es esa manipulación que nos hacemos para no identificar lo que nos está pasando y, así, no tener que tomar decisiones; sería como una barrera que impide que veamos el resto del camino y que, aunque de primeras de la sensación de que nos protege, al final la consecuencia es que no nos permite avanzar.
Muchas veces esa manipulación nos convence de que no pasa nada por no tomar una decisión o de que no hace falta. Es ahí donde se encuentra uno bien aparentemente. Lamentablemente, el no movernos para dar solución a los problemas no implica que estos no avancen. Al final acabamos siendo prisioneros de una situación mucho más grave que el problema inicial. En el caso de una adicción, por ejemplo, el quedarse en esta fase implica que ésta irá a más, pudiendo ocasionar daños irreversibles.
Si queremos solucionar cualquier problema que se presente en nuestras vidas debemos ser conscientes del riesgo que supone no afrontar lo que sucede. Lo que realmente necesitamos y, aunque pueda ser difícil, el hecho de afrontar el reto garantiza salir fortalecido.
Fases ante una pérdida
Como te comentábamos, la fase de negación se llega a identificar como la primera etapa de las cinco fases distintas a la hora de afrontar una ausencia. La fase de negación puede ser muy sutil, e incluso pasar desapercibida en según qué personas, pero es un sentimiento natural. Aunque no se manifieste de manera tan externa, es lógico sentir un sentimiento de irrealidad o incredulidad.
Tras la negación, pueden aparecer momentos de ira. En este punto, la frustración se puede abrir camino. Pero aquí comienza el camino a sanar. Tras las dos fases anteriores comienza la negociación, en la que se empieza a conectar con la realidad y la situación real actual de la persona. Se entiende que la vida es un camino que se recorre hacia delante.
Hasta llegar a la última fase que es la aceptación, se puede pasar por una cuarta fase metafórica. La cual es la depresión.
Fase de negación y las adicciones
La fase de negación ante una pérdida comparte aspectos con el tratamiento de adicciones. Sobre todo en los primeros pasos de la terapia.
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