El Phubbing es un término proveniente de la combinación de dos términos: Phone, que significa teléfono, y snubbing, que significa despreciar, ignorar. Con ello, hace alusión a un concepto con el que seguramente ya estamos bastante familiarizados. El cual es la tendencia a aislarse del contexto social, minusvalorándolo, y prestando mucha más atención a lo que ocurre a través de las redes sociales. Pero, a la hora de la verdad… ¿Qué es el phubbing?
Por poner un ejemplo cotidiano, este fenómeno es observable cuando quedas con los amigos para comer o tomar algo. Pero todo el mundo tiene el teléfono sobre la mesa. Y lo que es peor, todos están más pendientes de lo que ocurre en redes sociales que de la propia conversación y de la compañía real que pueda haber en ese preciso momento. O el mismo contexto, pero dentro de casa, en el entorno familiar. Todos están más pendientes de las redes sociales que de hablar sobre lo ocurrido en el día a día y disfrutar de la compañía en ese instante, Con los que verdaderamente son importantes.
El fenómeno Phubbing
Este fenómeno ha ido incrementándose a lo largo de los años. Se encuentra dentro de una adicción al móvil, pues la persona progresivamente va creando su propio mundo virtual. No presta atención a su alrededor y prioriza estar al día de lo ocurrido con las amistades a través de Whatsapp (sin llegar luego tampoco a darles la misma atención cuando están presentes). Mostrando mayor interés por personajes ajenos a su círculo (como influencers) y revisando el correo electrónico de manera automática, siendo incapaz de gestionar silencios en las relaciones. Por lo que hasta se acaba recurriendo al contenido multimedia (fotos, vídeos…) y la información de última hora en internet… que acaba por afectar directamente a las relaciones sociales.
Las relaciones sociales requieren atención, cuidado y afecto. Y ello se ve en detrimento cuando toda nuestra capacidad atencional se deposita en otro foco. Además, las relaciones reales y directas fomentan el desarrollo de nuestras habilidades sociales, así como facilitan el desarrollo emocional. Como consecuencia, si nos aislamos de ellas, cada vez nos acabamos volviendo más fríos y distantes, sin capacidad para resolver conflictos cotidianos, y tras ello, infelices.
El ser humano es un ser social y el desarrollo emocional es lo que le distingue de otras especies. Estamos yendo prácticamente en contra de la naturaleza. Y no nos estamos dando cuenta de todo lo que estamos perdiendo.
¿Cómo evitarlo?
Lo primero es ser consciente de cómo éste fenómeno se ha ido apoderando de todos nosotros en diferentes grados. Y desde la conciencia, poner en marcha algunas pautas generales para reconectar con nuestro entorno real.
- En el caso de papás y mamás, es necesario poner límites en la relación con los hijos. En determinados momentos, prohibir el uso de smartphones, como las horas de comer o cenar, ya que las nuevas generaciones lo tienen totalmente integrado y de ellos no va a nacer la necesidad de hacerlo. Son los adultos quienes tienen que poner la norma dentro del hogar.
- Por otro lado, fuera de casa, a modo personal, podemos hacer un ejercicio consciente, apagando el móvil, para que nuestro impulso no permita acceder a internet en cuestión de un segundo. Y si tenemos pánico a apagar el móvil por si nos llaman de algo urgente, podemos desactivar el uso de datos o Wifi, que tampoco viene mal.
- Se puede practicar el salir a andar, quedar con personas y reconectar con ellas sin llevar encima el móvil, dejándolo en casa. O establecer horas sin móvil en general, dentro de casa.
- Se pueden desactivar las notificaciones de las aplicaciones de manera general, tanto a nivel auditivo como visual.
- Observar las horas de uso de aplicaciones y poner un control por horas, restringiendo el tiempo. De esta manera que cuando rebase el margen de tiempo establecido, el dispositivo no permitirá estar más tiempo.
En definitiva, y de manera general, todos deberíamos hacer un ejercicio de autobservación y valorar en qué medida este problema está presente. Necesitamos retomar el contacto visual, ser conscientes de que el tiempo jamás vuelve, y que las personas tampoco son eternas.
Si crees que tienes un problema con el uso de móviles y te está afectando a tu vida personal, en Exii podemos ayudarte.