En EXII consideramos la adicción como un síntoma de un malestar interior y arrastrado
en el tiempo. Por este motivo, el método que aplicamos en el tratamiento de adicciones va principalmente orientado a arrojar luz al problema que originó la adicción.
Para poder llegar a ello usamos varias herramientas, todas ellas validadas, desde el inicio hasta el final del proceso terapéutico.
La creación de las normas en el inicio del proceso terapéutico
Precisamente el primer contacto es uno de los momentos más vulnerables y críticos
para el paciente. Tras la decisión de dejar de consumir se avecinan toda una serie de miedos,
dudas y resistencias que provocan una gran sensación de falta de control. Es, en éste instante,
cuando introducimos las ‘normas y límites’ del tratamiento, tanto es así que llamamos a éste
momento fase de control estimular, esto es, manejo de contingencias (MC).
En los últimos años el MC ha tenido un fuerte desarrollo y ha demostrado ser muy
eficaz en el tratamiento de las adicciones. Varios estudios demuestran que “el consumo de
sustancias es una conducta aprendida que ocurre en un contexto de contingencias ambientales
que hacen más o menos probable su ocurrencia.“
Debido a su importancia, aplicamos así límites o barreras para proteger al paciente ante la necesidad de consumo.
¿Cuáles pueden ser estas normas?
Aunque la definición de esta normas dependen en enorme medida de cada paciente y de sus circunstancias particulares, algunas de las más habituales que solemos fijar son las siguientes:
- No tener contacto con personas consumidoras.
- No ingerir ninguna sustancia psicoactiva, incluidas las llamadas 0,0.
- No estar presente en situaciones de consumo.
- No entrar sólo a bares o lugares de juego/apuestas.
- Control en el manejo del dinero.
No siempre se aceptan todas las normas a la primera y en algún caso se visualizan resistencias en llevarlas a cabo, sobre todo en el no consumo de bebidas no alcohólicas o 0,0. Aún así, y aunque pueda parecer que algunas de estas normas son excesivamente duras, vamos a explicar el porqué de ellas: se establecen principalmente porque es muy importante romper todas las asociaciones establecidas durante el periodo de consumo. Algunas son más evidentes otras son más indirectas pero igualmente y aunque de forma inconsciente, las guardamos. Estas más indirectas son de las que somos menos conscientes y, por lo tanto, son justo en las que no ponemos tanta atención. Podemos hablar de un olor, de un lugar, de una imagen, de un gesto,… la adicción al alcohol por ejemplo, tiene asociadas varias de éstas acciones: un botellín, un bar, el olor característico y un gesto—coger el vaso.
Si queremos realizar un buen control de estímulos hay que tenerlos todos en cuenta y
«cortarlos de raíz» evitando así una posible recaída.
¿Qué beneficios tiene el cumplimiento de estas normas?
Los beneficios del cumplimiento de las normas son:
- Conseguir el mantenimiento de la abstinencia.
- Iniciar un proceso de auto conocimiento.
- Promueve la adhesión al tratamiento, el MC mejora las tasas de retención durante
el tratamiento así como aumentan el número de días de abstinencia. - Los datos indican que la abstinencia temprana, esto es, dejar el consumo en la primera
fase del tratamiento, es causa de abstinencia más allá de la finalización del
programa. - Aumenta el nivel de autocontrol del paciente.
- Conseguir que el paciente identifique y tome conciencia de las problemáticas
relacionadas con su conducta adictiva. - Entrenar al paciente en el manejo de contingencias.