Todos los días nos comunicamos, ya sea oralmente o por escrito. No pasa un día sin que no nos comuniquemos de alguna manera con alguien. En la convivencia familiar, la comunicación fluida y sincera es un pilar fundamental. ¿Cómo mejorar la comunicación? ¡Sigue leyendo!
Si trabajas fuera de tu hogar, te sueles comunicar con las personas con las que trabajas. Oralmente, hablas con tus compañeros, presentas información en reuniones o te comunicas con personas cercanas. Con la escritura, envía correos electrónicos, memorandos y cartas o creas propuestas, artículos o libros.
Si trabajas en casa, cosa que hoy día es muy común, te comunicas por teléfono como lo hago yo con los pacientes, o llamas a proveedores, clientes o asociados. Probablemente pasas mucho tiempo en Internet, tal vez comunicándote por correo electrónico o a través de redes sociales, blogs o tu sitio web.
Y si no estás laboralmente activo, conversas todos los días con familiares, amigos, comerciantes y personas de la comunidad. Envías correos electrónicos, escribes cartas, envías tarjetas de cumpleaños o escribes en un diario, donde te comunicas contigo mismo.
Con toda esta comunicación en tu vida, ¿qué tan efectivo crees que eres? ¿La gente siempre entiende lo que dices? ¿Responden como esperas que lo hagan? ¿Hacen muchas preguntas para aclarar? ¿Malinterpretan por completo tus intenciones?
Normas de convivencia en el hogar
Hay tantas maneras en que podemos comunicarnos mal que la comunicación efectiva debe ser un tema que se enseñe en todos los niveles de educación. Entonces, si estás buscando refrescar tus habilidades de comunicación, aquí hay algunos consejos sobre cómo puede lograr más en su comunicación diaria.
1. Establecer intenciones claras
Si realmente tiene claro tu mensaje, lo más probable es que el receptor lo capte. Es cuando eres ambivalente o turbio sobre lo que quieres decir, que tu comunicación se queda corta. Se presenta poco claro y causa malentendidos y mala comunicación.
2. Hablar en términos comunes
Evite la jerga, las frases pegajosas y los acrónimos. Me estremezco cuando alguien que es muy técnico comienza a decirme el alfabeto, como URL, DIGG o PPC. Sinceramente, siento que Internet ha generado un idioma completamente nuevo y que alguien necesita inventar un diccionario.
3. Adapta tu comunicación a tu audiencia
Si estás dando un discurso a una audiencia, deberás modificarlo para diferentes audiencias. Se pueden hacer distinciones para diferentes géneros, edades, industrias e intereses. Lo mismo en la comunicación diaria. Seguramente le hablas diferente a tus hijos, parejas, maestros, jefes, compañeros, amigos y familiares.
4. Muestra respeto cuando te comuniques
Tus mensajes serán mucho mejor recibidos si no usas menosprecios, juicios, culpas o cualquier otro lenguaje negativo. Si estás comunicando malestar o decepción, serás mucho más efectivo si explicas lo que hubieras preferido que sucediera. Si deseas continuar una relación saludable con la persona a la que se dirige, comparta la responsabilidad por el malestar y ofrezca medidas correctivas.
5. Comunicarse desde el “yo”
Si deseas tener más logros en tu comunicación diaria, haz declaraciones que usen «yo» cuando desee que alguien haga algo, corrija algo o realice cambios. Por ejemplo, si no está satisfecho con una compra e irrumpe en la panadería local gritando: “Tu pan francés es una mierda. Es resistente como el cuero”, probablemente no obtendrá el resultado que buscas. En su lugar, podría decir: “Me decepcionó el pan francés que compré. No era tan fresco como me hubiera gustado. Agradecería un reemplazo. Probablemente obtendrás lo que quieres esta vez. Por supuesto, hay muchos casos en los que usar «usted» es muy efectivo, como en los mensajes de marketing.
6. Escucha: la comunicación es una calle de doble sentido
Hay un emisor y un receptor. Ya sea que estés hablando o escribiendo, hay alguien enviando un mensaje y alguien escuchando el mensaje. Cuando alguien te hable, escucha atentamente para que puedas responder apropiadamente.
Convivencia familiar y adicciones
Demasiadas personas quedan atrapadas en lo que quieren decir a continuación y no escuchan a la persona que habla. Cuando le escribas a alguien, si estás respondiendo a un correo electrónico o una carta, escucha lo que dijo antes de responder. Si escucha bien, la gente le ofrecerá el mismo regalo de escuchar sus comunicaciones.
Con un poco de esfuerzo consciente y atención a la forma en que se comunica, rápidamente se volverá más hábil en sus comunicaciones diarias.
La comunicación es una habilidad y, como todas las habilidades, puedes mejorarla con la práctica. En EXII, trabajamos con las familias sobre este aspecto para construir relaciones a largo plazo sanas y que han pasado por miembros de la familia con alguna clase de adicción.