La nomofobia consiste en un miedo irracional que se genera ante la ausencia del teléfono móvil. Es decir, se genera un malestar cuando la persona no dispone de su dispositivo para realizar sus tareas básicas y satisfacer sus necesidades, como puede ser comunicarse con otras personas o acceder a información.
Además, existe una creciente aparición del malestar asociado al uso de smartphones que evidencia la necesidad de definir con más claridad esta problemática y, poder establecer así, medidas para su intervención.
En la actualidad, casi todas las familias cuentan con al menos un teléfono móvil y acceden a internet a través del mismo. Sin embargo, el verdadero problema es que, más que tratarse de algo indispensable, ha pasado a ser un foco adictivo, pues aunque Internet y Smartphones son herramientas que han sido creadas para comunicar e informar, son susceptibles de afectar al autocontrol de la persona al reforzar ciertas conductas negativas, como el aislamiento, el anonimato, la sensación de ausencia de consecuencias, la facilidad para comunicar emociones, encontrar pareja y romper con ella, conversar con desconocidos, accesibilidad constante y permanente, aprobación social inmediata, gratificación a través de juegos, etc.
Nomofobia y las redes sociales
En estos tiempos, es raro encontrar gente que no haya sido vulnerable a la aparición de las redes sociales y las tecnologías, y el principal problema al que nos enfrentamos es al aislamiento social, pues las relaciones personales se desarrollan ya a través de una pantalla. De hecho, la generación de jóvenes ha nacido rodeada de pantallas y conectada a la red, y, por tanto, son la generación que más preocupa. Cada vez es más complicado hacer un uso controlado de ellas, y en el caso de los jóvenes, con su inocencia, son mucho más vulnerables ante estas situaciones. En estas situaciones hay que destacar el uso excesivo de las redes sociales. Tienen especial mención, ya que contienen sistemas de recompensas que pueden propiciar una adicción, como puede ser el uso de los likes o el número de seguidores.
Si tenemos en cuenta que algunas personas pueden estar atravesando dificultades en su vida, encuentran en el móvil una falsa vía de evasión. En otras palabras, en el móvil encuentran un sitio en el que no tener que pensar ni sentir malestar. El móvil camufla esos momentos en los que se está solo y no se siente bien consigo mismo, consiguiendo tapar toda esa inquietud sobre uno mismo. Esto le dota de un potencial altamente adictivo. La situación conflictiva está definida por un estrés que surge como consecuencia directa de saber o de pensar que se va a estar sin él durante un tiempo, por muy mínimo o muy corto que sea ese tiempo. Siendo esta situación, el primer paso hacia el síndrome de abstinencia.
Nomofobia y sus síntomas
Aunque no se asocie directamente a una sustancia adictiva, la nomofobia comparte muchas similitudes con la dependencia a ciertas sustancias. Si bien hay que destacar que, por sí mismas, tanto las redes sociales como el móvil no son adictivas. La dependencia se ubica en un uso excesivo, llegando al punto de que no se puede dejar de pensar en el móvil. Estos pensamientos van acompañados de ciertas necesidades, como tener el móvil siempre cerca o en las manos, sin dejar de perderlo de vista. Estos son otros posibles síntomas:
- No apagar el móvil en ningún momento.
- Perder horas de sueño por uso excesivo del móvil.
- Dormir con el móvil.
- Mirar constantemente el móvil para ver si hay algún mensaje, actualización o notificación.
- Evita ir a lugares donde no haya cobertura o wifi.
- Llevar siempre un cargador encima y estar pendiente de si hay cerca un enchufe que permita cargar la batería.
- Usar el móvil en lugares o en momentos inapropiados.
- Sentir que suena o que vibra sin que realmente sea así.
Si crees que sufres adicción al móvil, puedes adoptar ciertas pautas para controlar su uso, como intentar salir sin él por períodos cortos de tiempo o apagarlo, sobre todo en momentos innecesarios y a la hora de dormir. También puedes buscar actividades de ocio para distraerte y no estar tan pendiente del mismo. Sin embargo, si aun así sientes que es algo que no puedes controlar, contactar con un especialista puede ser indispensable.
En EXII, podemos ayudarte a comprender qué te ha llevado a desarrollar esta adicción y a solucionar el malestar asociado, así como guiarte para que consigas hacer un uso controlado del mismo.