En el día a día, durante toda nuestra vida, vamos teniendo pensamientos que a su vez modifican e influyen en nuestras emociones. También experiencias que nos provocan emociones una vez más. Vemos que lo emocional está ligado a lo que nos va pasando en cada momento. Por eso aparece un concepto fundamental como lo es el de gestión emocional.
No solo es importante lo que nos pasa sino lo que hacemos con lo que nos pasa, como ya nos señalaba el existencialismo sartriano. Debo señalar en este punto un par de herramientas fundamentales a la hora de gestionar lo emocional.
¿Cómo mejorar la gestión emocional durante las adicciones?
Es importante estar en contacto estrecho con lo que siento, con lo que me pasa dentro cuando observo algo o el medio me influye en forma de agresión, amenaza o con estímulos agradables. Por lo general son los sentimientos amenazantes los que tendemos a guardar bajo la alfombra y reprimimos así todo contacto con la emoción que un hecho amenazante o negativo nos despierta. Durante los procesos terapéuticos acompañamos y facilitamos a la persona en su camino de detectar, simbolizar y aceptar cada uno de estos sentimientos y emociones que se despiertan. Detectar es saber que hay algo amenazante en mi vivencia, simbolizar puede ser nombrar o visualizar ese sentimiento o emoción.
Por último aceptar significa dejar de lado cualquier juicio sobre mi persona por sentir lo que siento. Es decir, lo que siento es lo que es y solo puedo observarlo y aceptarlo. A partir de aquí, es cuando se abre la puerta al cambio y vamos percibiendo cambios tanto emocionales como de actitud. Por todas estas razones, la gestión emocional es tan importante durante el tratamiento ambulatorio de adicciones. Además, la gestión emocional juega un papel mayor durante el tratamiento de la adicción al sexo.