Consecuencias y causas del alcoholismo

Las consecuencias del alcoholismo no afectan únicamente al alcohólico, afectan también a su familia, pareja o amigos. En ocasiones de una forma muy peligrosa. Algunas de las consecuencias y enfermedades del alcoholismo son las siguientes:

• El alcoholismo produce elevados daños a nivel físico, psicológico y social. Son habituales las enfermedades del sistema nervioso, digestivo y cardiovascular, pero también daños cerebrales. Las gastritis y úlceras, las enfermedades hepáticas, la cirrosis, las enfermedades del páncreas, la reducción de la libido y la testosterona, la amenorrea en mujeres, la hipoglucemia, la hipertensión, la hiperuricemia – ácido úrico elevado y determinados tipos de cáncer. Esta son solo algunas de las enfermedades del alcoholismo más frecuentes.
• Igualmente, también podemos mencionar las dificultades en el habla, la comunicación y la coordinación, los episodios violentos, la pérdida del control y los cambios de personalidad a nivel más psicológico. La depresión, consecuencia de la culpabilidad o de los problemas económicos, sociales o laborales provocados por el alcohol y la pérdida de amistades y el distanciamiento social o familiar también son habituales en el alcohólico. Las enfermedades del alcoholismo van incrementándose y agravándose con el tiempo debido, entre otros, al efecto tolerancia. Pues con el paso del tiempo, el alcohólico necesita una mayor cantidad de alcohol para conseguir los mismos efectos. Igualmente, un consumo habitual de bebidas de baja graduación puede derivar en el consumo sin control de bebidas destiladas y de alta graduación.
• Por otro lado, el síndrome de abstinencia del alcohol puede causar episodios agudos de delirios, palpitaciones, escalofríos, convulsiones y si no se trata, en los casos más graves, la muerte.
• Además, el alcoholismo también puede tener graves consecuencias para el entorno del adicto, este no solo pone en riesgo su vida, también puede volverse peligroso para otras personas. El consumo de alcohol puede provocar episodios violentos en casa o en el trabajo, o provocar, por ejemplo, accidentes de tráfico en los que pueden verse involucradas terceras personas u otros miembros de la familia. El alcoholismo crea ambientes y situaciones tóxicas en el entorno más cercano de forma que tanto los familiares como los amigos del adicto también pueden sufrir episodios de estrés, de ansiedad o de depresión.

Si estás en algunas de estas circunstancias, estás a tiempo de solicitar ayuda profesional para dejar atrás el alcoholismo, recuperar el control de tu vida y volver a ser libre. 

Si reconoces estas situaciones, puedes contactar con nosotros sin compromiso para hablar de la adicción o solicitar una cita con uno de nuestros terapeutas para que te ayuda a abordar el tema con el adicto o para ayudarle a dar el paso y pedir ayuda profesional.